La mHealth, o salud asistida por el móvil, ha llegado a nuestras vidas para quedarse. Aunque a primera vista pueda parecernos un concepto novedoso, diversos organismos nacionales e internacionales se preocupan desde hace años de estudiarlo y regularlo, por cuanto concierne a nuestra salud.
La primera consideración es distinguir entre lo que realmente es la mHealth y lo que algunas marcas nos venden, introduciendo este neologismo en sus campañas de marketing. Los relojes y pulseras que monitorizan la frecuencia cardiaca hacen seguimiento del sueño o cuentan los pasos y las calorías pero no son propiamente dispositivos mHealth.
Hagamos, por tanto, un recorrido por los usos, riesgos y situación actual de este nuevo modelo que está transformando la forma en que nos aproximamos a nuestra salud.
¿Qué es la mHealth?
La mHealth o mobile Health (en español, mSalud) queda definida por la Organización Mundial de la Salud en su informe de 2015 Global Observatory for eHealth, revisado en 20161, como el uso de dispositivos móviles, como son los smartphones, PDAs y aparatos para el seguimiento de pacientes, para la práctica médica y la sanidad pública.
La OMS considera que la mHealth puede contribuir a lograr la cobertura de la sanidad a nivel global, haciéndola accesible a poblaciones remotas y a comunidades con déficit de servicios de salud. Al mismo tiempo, reconoce que es relativamente poco costoso proveer a estas áreas de infraestructuras de tecnologías móviles.
El mencionado Observatorio para la eHealth distingue los siguientes programas de mHealth:
• Comunicación entre particulares y servicios de salud. Incluye los servicios de asistencia telefónica primaria, proporcionada por personal capacitado o por mensajes pregrabados, así como las llamadas gratuitas por emergencias.
• Comunicación entre servicios de salud y particulares. Mensajes de texto, voz o multimedia recordando a los pacientes su medicación o tratamiento, sus citas con el servicio de salud o determinadas campañas de sensibilización sobre enfermedades dirigidas a colectivos específicos.
• Consultas entre profesionales de la salud. Uso de las tecnologías de la comunicación para facilitar las consultas entre los expertos de un área concreta. Posibilita, por ejemplo, contar con una segunda opinión durante el transcurso de una operación quirúrgica. Entra también aquí la comunicación de los profesionales de la sanidad con los pacientes, en campos como son la telediagnosis o la telepsiquiatría.
• Comunicación intersectorial en casos de emergencias. Sistemas de gestión de emergencias y desastres.
• Monitorización y vigilancia de la salud. Recogida de datos, gestión y obtención de informes usando nuevas tecnologías. Puede ser usada a nivel individual para controlar ciertas variables de un paciente o a un nivel de big data para conocer la evolución de ciertos parámetros en la población: tabaquismo, actividad física, déficit de sueño, alcohol…
• Acceso a la información y a la educación por parte de los profesionales de la salud. Bases de datos, herramientas, literatura científica y otros recursos educativos (mLearning), así como sistemas de apoyo a la toma de decisiones médicas y acceso a la información electrónica del paciente: prescripción de medicamentos, radiografías, resultados de laboratorios, historial médico…
Bajo la lupa: La seguridad en la mHealth
En un cambio de paradigma como el que supone aceptar la mHealth como parte de nuestras vidas, es importante destacar los retos de tipo ético y legal a los que hacen frente estas aplicaciones móviles de salud.
• Privacidad y confidencialidad de la información, incluyendo el consentimiento al tratamiento de los datos, la propiedad de las bases de datos, su integridad, el derecho al acceso a los mismos por parte del paciente, la transmisión segura de la información…
• Calidad del servicio, que puede depender del grado de precisión de los dispositivos para medir variables del paciente, del nivel de detalle de su información médica online, de los protocolos de validación de segundas opiniones y servicios de apoyo…
• Uso de big data, o de estadísticas sobre aspectos de la salud y hábitos de vida en cada región. Requiere protección por parte de los estados para evitar un uso incorrecto en corporaciones privadas.
El portal de la OMS específico para eHealth señala que solo un 55% de los estados miembros han regulado su legislación para proteger los datos electrónicos de los pacientes, mientras que un 87% han informado de que tienen iniciativas nacionales sobre mHealth2.
Certificaciones para mHealth en España
Como hemos visto, la mHealth es un terreno abonado para la proliferación de apps de salud con mayor o menor grado de fiabilidad. Equivocarnos puede, literalmente, hacernos sufrir en vida.
Desde el año 2013, la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía otorga el Distintivo AppSaludable a aquellas aplicaciones móviles de salud que cumplen unos requisitos de diseño, usabilidad, privacidad, seguridad, calidad de la información, actualizaciones y fuentes en que se basan, entre otros3.
Los desarrolladores de estas apps deben someterlas a una autoevaluación mediante una herramienta y a una evaluación externa. El Distintivo AppSaludable es gratuito y abierto a aplicaciones mHealth privadas y públicas, españolas y de otros países.
En base a este distintivo, la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía recoge un catálogo de apps móviles certificadas4.
También la Generalitat de Catalunya ha puesto manos a la obra en la regulación de la mHealth, por medio de una estrategia global que recoge la acreditación de aplicaciones de salud y de bienestar social, el portal AppSalut a modo de catálogo de apps certificadas y la Oficina mHealth.cat para la implementación de estrategias de movilidad, que cuenta con la colaboración de la Fundación Mobile World Capital Barcelona.
El proceso de acreditación de apps móviles de la Oficina mHealth.cat, a diferencia del andaluz, tiene un coste económico y evalúa 120 criterios, agrupados en 4 bloques: usabilidad, aspectos tecnológicos, seguridad y contenidos5.
La variedad de usos en Apps mHealth
Como botón de muestra de la variedad de usos que puede tener una app específica, Nordic Pharma España, filial de la biofarmacéutica europea Nordic Group, dispone de una app móvil que permite al cirujano endoscopista poder comunicar mediante imagen y sonido en tiempo real con su equipo quirúrgico a través de elementos móviles de comunicación (teléfonos móviles, iPad, tabletas, etc.).
La aplicación, desarrollada por la empresa española Doonamis6, ofrece la posibilidad de poder visualizar en la pantalla del dispositivo móvil lo que se está viendo en la pantalla del quirófano. Además, ofrece la posibilidad de hacer conexiones múltiples y simultáneas desde un quirófano con diversos participantes en directo que se conectan a través de sus equipos con video y audio en tiempo real. La aplicación también permite conectar entre sí a un grupo de expertos con todas las prestaciones que puede ofrecer un sistema típico de networking.
También el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona ha implementado una aplicación móvil de videoconferencia y telediagnosis en los casos de urgencias por ictus7. El tratamiento durante las primeras horas de un ataque cerebrovascular (ACV) es básico para evitar daños mayores.
De ahí que esta app móvil se utiliza en las ambulancias del Sistema de Emergencias Médicas de Catalunya (SEM), permitiendo al neurólogo de guardia ver en remoto el paciente atendido por la ambulancia y evaluar su criticidad, para dar soporte en la selección del hospital destino al que se va a trasladar el paciente.
Más habituales son las apps móviles para realizar consultas por videoconferencia con expertos en medicina general, pediatría, maternidad o psicología, como es el caso de Omnidoctor. La ventaja, al margen de evitar desplazamientos, es la disponibilidad de asesoramiento experto las 24 horas del día, los 365 días del año.
Por último, es destacable que para la monitorización de pacientes o para el uso médico en zonas del mundo con escasos recursos, un smartphone puede convertirse fácilmente, conectándolo a accesorios, en un glucómetro, un tensiómetro, un pulsioxímetro, un ECG, un oftalmoscopio, un secuenciador de ADN o un sistema de análisis de orina8.
1 http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/252529/1/9789241511780-eng.pdf?ua=1#page=31
2 http://www.who.int/ehealth/en/
3 http://www.calidadappsalud.com/listado-completo-recomendaciones-app-salud/
4 http://www.calidadappsalud.com/distintivo/catalogo
5 http://www.ticsalut.cat/mhealth/es_index/
6 http://www.doonamis.es/
7 https://www.doonamis.es/app-movil-telediagnostico-medico-hospitalario/
8 http://ilarraya.com/mhealth-kit/
Fuente: PMFarma.